La Tienda de Don Mariano

Desde 1920

Mi Tienda 1920

La Tienda de Don Mariano hace honor a su dueño pasado, Don Mariano Hernández López, nacido en el año 1885, que fue el comerciante más fuerte e importante en toda la historia de Tlaxco.

En el año 1920 abrió su comercio llamado “Mi Tienda”, muy bien surtida, ya que se podían encontrar telas, abarrotes, gasolina, zapatos y muchos productos más, los cuales compraba en Puebla a un señor de apellido Matanza y transportaba utilizando el ferrocarril. Incluso, llegó a tener permiso de la Secretaría de Guerra y Marina, para comerciar pólvora o municiones para caza, que le compraba a Clemente Jacques. 

Todas las rancherías de los alrededores aquí se surtían, de hecho, antiguamente, se podían observar las argollas en la banqueta donde se amarraban a los animales, mulas principalmente, para entonces cargarlos y dejarlos repletos de mercancía.

Además, Don Mariano, ofrecía el servicio de baños, tenía fábrica de refrescos y de pastas, molino para el nixtamal, un billar e inclusive abrió un cine, el “Cine Hernández”.

El “Cine Hernández”

Allá por los años de la década del 30, comenzó a funcionar en la Av. Independencia Nacional el “Cine Hernández”. En aquel tiempo el cine tenía dos localidades: Luneta y Galería (gayola), y el carpintero, Filemón Hernández (hermano de Don Mariano) era el que cobraba las entradas; en ese entonces el boleto costaba 30 centavos (6 pesos mxn actuales), después en la década de los 60’s, los boletos tenían el costo de 2.50 luneta y 1.50 galería. Las películas eran mudas (muy famosas las de Charles Chaplin) y el cine sólo contaba con un solo proyector, de modo que cada vez que terminaba de rodar un rollo, había que esperar mientras embobinaban el siguiente. Ya con el paso del tiempo, Don Mariano, compró dos proyectores de mucha capacidad y de origen alemán. El “Cine Hernández” contó con varios manipuladores de proyector, cabe mencionar a Don Chema López, Pablo Carmona (Pablis), Don José Márquez (papá de “Los Genios”), Don Rafael Mejorada y en los últimos 3 años de existencia de esta diversión, Don Aurelio Islas.

Las butacas las trajeron de los Estados Unidos, cómodas y resistentes; después fueron donadas a la Iglesia cuando cerró sus puertas, actualmente prestan servicio en el Auditorio Parroquial.

Para el cine, se viajaba a la Ciudad de México para conseguir las películas, mismas que constaban de 20 rollos que eran enviados vía ferrocarril a la Estación San Luis, hoy cubierta por la Laguna de Atlangatepec. Había funciones los días miércoles y domingos, las cuales se anunciaban aventando cuetes en tres ocasiones, cuando sonaba el tercero se sabía que la proyección estaba por comenzar. Tan pronto terminaba la última proyección, se enrollaban las películas para enviarlas de inmediato al ferrocarril en Apizaco. Una de las películas proyectadas fue “Los Bandidos de Río Frío”, la cual tuvo tanto éxito, que se hizo repetir en exclusivamente para los amigos. 

Hubo varias películas las cuales tuvieron éxito en Tlaxco, por ejemplo, San Martín de Porres, Santa Rosa de Lima, La Sonrisa de la Virgen de Guadalupe, películas de Cantinflas, la de El Profe, cuando desfilaban los niños y decían “chirrin chirrin, mi profesor, de a mentis s,i de a devis no, primero hay que estudiar” esto lo repetía mucho Joaquín Franquis, era tal el éxito, que tenían que poner sillas en los pasillos. Durante las funciones del cine, en el intermedio, salían algunas personas a comprar las deliciosas chalupas que hacía “Doña Lola” (esposa del matancero Don Toño Balderas), quien ponía su puesto frente del cine.

La propaganda de las películas la hacía don Pepe Márquez, se encargaba de pintarle la cara de payaso a su hermano Elpidio (“Pillo” el cartero), y lo subía al automóvil de Don Mariano para que, gritando, ya que no existía el sonido, anduviera anunciando en las calles las películas, causando gracia y alegría, sobre todo en los niños que admiraban su vestimenta y su cara de payaso. Algunos años después tuvimos la oportunidad de ver a Don Rosendo, quien, con una bocina hechiza, se dedicaba a pregonar por las calles los nombres de las películas, lo acompañaba Don Tomás Balderas, quien repartía los volantes. Don Pepe también pintaba algunas aceras de esta ciudad con los nombres de las películas. Además, una cartelera era colocada en el arbotante del alumbrado del zócalo (los arbotantes eran hechos con tubos de agua potable) y otro era puesto en la parte exterior del negocio de Don Mariano. 

En diferentes ocasiones el local que ocupaba el cine, también sirvió como teatro, pues en ese lugar se llevaron a cabo numerosas veladas, donde vimos actuar a nuestros artistas Tlaxquenses, tanto en las obras de teatro como en las declamaciones, bailables, etc., recordando con mucho cariño a Cholita González Lima que declamaba, la maestra Josefina Larios Rodríguez, Pepe Grant, Francisco Guevara, Don Espiridión de Apizaco, la maestra Ma. De los Ángeles Grant que preparaba los número artísticos, el Míster (tenía mucho ingenio, en una ocasión armó un carro alegórico para un desfile, representando a las ganaderías de nuestro estado), el padre Juan Cruz Plasencia Fonseca (quien llegó a esta parroquia por la década de los 60’s, originario de Arandas, Jalisco) él era quien ponía la sal y pimienta a estos eventos que atraían a mucha gente, pero no podemos soslayar la actuación de Carmelita González Lima, quien deleitaba al público asistente con sus canciones, con una voz admirable y por eso atinadamente le decían nuestra soprano de oro.

También, el local de cine era ocupado para llevar a cabo las convenciones políticas, que servían para elegir a candidatos a la presidencia municipal o a las diputaciones locales.

Vida de Don Mariano

Don Mariano tenía 6 hermanos, Filemón, María Trinidad, Leonila, Amadita, Lugarda y Domitila, de hecho, algunos de ellos le ayudaban en sus negocios, por ejemplo, Lugardita le llevaba las cuentas de la tienda y Trinidad sacaba la masa. Otras personas que le ayudaron fueron Pepe Márquez, Rafael Mejorada, Rodolfo Moctezuma, Lugarda Carmona, Gonzalo Rodríguez, Leobardo Arroyo, José Márquez, conocido como el papá de “los genios” (llamados así por un grupo musical que llevaba el mismo nombre), entre muchas otras. Lugarda Carmona (La Güera) atendía el negocio de las pastas. Gonzalo Rodríguez en carreta repartía los refrescos. Con la ayuda del Sr. Leobardo Arroyo, chiles y azúcar se traían en mulas desde Zacatlán en un día de camino de ida y otro de regreso. Rafael Mejorada luego se convirtió en Presidente Municipal y también Rodolfo Moctezuma.

Don Pepe, entró a trabajar con Don Mariano en el año 1937, era tan eficiente que se volvió el brazo derecho del patrón, en una ocasión enfermó Don Mariano ausentándose un tiempo de esta ciudad, le dejó toda la confianza de sus negocios, autorizándole firmar documentos del giro; Don Pepe, también fue famoso por las letras tan bellas que hacía, en muchos lugares fueron plasmadas y las vemos hasta la fecha. 

Don Mariano, vivía en la calle de Revolución Mexicana, donde años más tarde la dentista Charis tuvo su consultorio. Estuvo casado con Rosalía García Morales y tuvieron cuatro hijos, dos de ellos murieron, Julita y María Petra (Maruca).

A Don Mariano le gustaban los chistes, principalmente colorados, y se deleitaba jugando a las cartas con sus amigos Rubén y Rogelio Arroyo, Mateo Gutiérrez, Heriberto Espino y David Rodríguez. Vestía un zarape muy “chispa” y en las fiestas cívicas se le veía montando su caballo. Por ejemplo, el 15 de septiembre, participaba con banderas, globos y le encantaba echar cuetes, los buscapiés eran sus preferidos, ya que los echaba entre la gente y ya se imaginarán los sustos, brincos y las risas que ocasionaba. Otra de las características de Don Mariano, era su honradez, ya que siempre entregaba la mercancía exacta, ya sea peso por peso, metro por metro, litro por litro. 

Y tal vez, otra característica era su generosidad, muestra de ello, era el único en el pueblo que contaba con una planta de luz, por lo que convidaba a algunos vecinos, como el Mister y Miguel Zamora, pero eso sí, a las 10 de la noche la apagaba, el pueblo se quedaba totalmente en las tinieblas y era entonces cuando se escuchaba en las calles al “sereno” con su lámpara diciendo “…son las 10 de la noche y todo sereno…”. Además, se encontraron recibos que comprueban que daba servicio de electricidad a edificios públicos como el Palacio Municipal. 

También se sabe que, Don Mariano, hacía contribuciones al pueblo, era así como pagaba sus impuestos, por ejemplo, pagó en su totalidad la instalación de tuberías de agua y una fuente para abastecer a otra parte de la población. 

Don Mariano Hernández falleció el 2 de enero del año 1970. Según nos comparte Delia Arroyo, la nieta más grande de Don Mariano, la Tienda cerró en el año de 1968.     

Historia de restauración 

La casa que alberga “La Tienda de Don Mariano” está catalogada como patrimonio histórico por el INAH. Se fue restaurando con fotos antiguas, aprovechando los materiales que servían, como barro y vigas de madera que seguían en buen estado. 

Sus muros están impregnados de una rica historia. La actual propietaria del edificio lo heredó en ruinas debido a una notable falta de mantenimiento a lo largo de los años. Por este motivo, decidió confiar en el despacho de arquitectura C.Sana, dirigido por la arquitecta Alejandra Caballero, originaria de Tlaxco, Tlaxcala, para llevar a cabo su restauración y darle una nueva vida a la que una vez fue la tienda más importante del pueblo. 

Historia del restaurante actual 

La “Tienda de Don Mariano” nace el 8 de agosto del 2015, del deseo de un espacio que no sea solamente una cafetería o restaurante, sino, un punto de reflexión sobre cómo comemos: pensar justamente, ¿de dónde vienen nuestros alimentos?,  cómo convivimos, qué leemos, qué vemos, cómo podemos manifestarnos a través del arte. 

Inicialmente fue una cooperativa, fueron 4 miembros fundadores: Beto, Chacha, Carmina y Alejandra. Conjuntando varias visiones y varias ideas, pusieron, por un lado, esta parte de ofrecer comida sana, también, un lugar donde hubiera cosas de venta: productos locales o productos orgánicos; y además, un espacio cultural, que pretendieron recrear por medio de una salita de cine, para que sea una sala de arte, también un rincón que es una galería, en el que ha habido algunas exposiciones interesantes de artistas locales, y el rincón de los libros.

En este video les contamos un poco más sobre por qué inició el proyecto de “La Tienda de Don Mariano”.